Desde el punto de vista nutricional, el cabracho es un pescado blanco (valores por 100g):
- Bajo en calorías (91 kcal)
- Rico en proteínas de alto valor biológico (19 g)
- Bajo en grasas: 1,7 g
- Calcio: 9 mg
- Hierro: 0,7 mg
- Magnesio: 29 mg
- Fósforo: 201 mg
- Vitamina A: 57 ug
- Vitamina B3: 3,3 ug
- Vitamina D: 2,3 mcg
- Zinc: 1,5 mg
- Potasio: 246 mg
- Sodio: 40 mg
El cabracho o rascacio (Scorpaena scrofa) es un pez de costa muy apreciado por su sabor, ingrediente principal de muchos platos de la gastronomía costera.
Es un pez blanco de agua salada de entre 1 y 2 kilos de peso de la familia de los escorpénidos o escorpiones de mar con espinas venenosas. Se hincha cuando se siente intimidado y despliega sus espinas. Se oculta durante el día en las grietas y rocas cercanas a la costa, y se camufla para adaptarse a su entorno. Se alimenta por la noche de pequeños peces, moluscos y crustáceos, gracias a su camuflaje. Su piel se cubre de algas y cada dos semanas la mudan por una nueva.
Es un pez clásico de mercados y lonjas costeras, y una de las capturas más habituales de los aficionados a la pesca con arpón, aunque hay que tener cuidado con las espinas, que son venenosas, incluso cuando el pez está muerto.
Muy apreciado en la gastronomía por su intenso sabor, requiere tiempo y maña para limpiarlo y dejarlo sin espinas para consumir en filete, por eso se utiliza más para dar sabor a guisos de pescado con patatas como el emblanco malagueño o el suquet de peix catalán y para elaborar los caldos de pescado de platos de arroz.
En los años 70, el cocinero Arzak popularizó su receta de pastel de cabracho. Un gran acierto que consiguió que niños y personas que no comían pescado probaran este plato y se convirtiera en uno de sus favoritos.
Si piensas que nunca has probado el cabracho, quizá es porque es tu zona se llama de otra manera.
Mousse de cabracho
Una esponjosa y atractiva receta para aprovechar la temporada de cabracho, es una crema ligera y más fácil de hacer que el famoso pastel de cabracho. Es baja en calorías y aporta proteínas, selenio, fósforo y calcio. Un plato refrescante para aprovechar la temporada de cabracho en verano y una forma diferente de comer pescado que gustará a los que tradicionalmente les cuesta eso de comer pescado.