Acido fólico,la vitamina clave para el rendimiento de los deportistas

Por su función dentro de la formación sanguínea (en combinación contra la vitamina B12 interviene en el proceso de construcción de los glóbulos rojos) y por ser responsable de intervenir en la regeneración celular, la carencia de las dosis necesarias hace que descienda notablemente nuestro nivel físico.

Yolanda Vázquez Mazariego

Acido fólico,la vitamina clave para el rendimiento de los deportistas
Acido fólico,la vitamina clave para el rendimiento de los deportistas

Uno de los primeros consejos que recibe una embarazada es aumentar la toma de ácido fólico. Su importancia en la división celular, en la formación de la sangre y en la protección frente a posibles malformaciones del feto (como la espina bífida) la hacen necesaria para garantizar un embarazo saludable.

Pero también es clave en el rendimiento de los deportistas. Por su función dentro de la formación sanguínea (en combinación contra la vitamina B12 interviene en el proceso de construcción de los glóbulos rojos) y por ser responsable de intervenir en la regeneración celular, la carencia de las dosis necesarias hace que descienda notablemente nuestro nivel físico. Y afecta tanto a nivel aeróbico (sangre) como a nivel de fuerza y tonificación (regeneración celular disminuida).

La dosis de la vitamina B9 (ácido fólico) es de 200 a 360 mcg (que sube en el caso de las embarazadas de 400 a 800 mcg). Las frutas y verduras frescas deben intervenir en la dieta de todo deportistas para evitar problemas derivados de la falta de ácido fólico. Por suerte, la flora intestinal también puede producir ácido fólico y mantener en el hígado una pequeña reserva.

La carencia de ácido fólico se manifiesta en debilidad muscular, gran fatiga, acné, dolor y llagas en la lengua, alteraciones del sueño e irritabilidad.

Las mejores fuentes de ácido fólico son las verduras de hoja fresca, zanahorias, legumbres, cereales integrales, hígado de buey (que con 100 g cubre el 197% de la cantidad diaria recomendada), levaduras, remolacha, aguacates, yema de huevo y albaricoque.

Un punto a tener en cuenta para terminar: el ácido fólico se destruye con facilidad durante la cocción (se puede llegar a perder el 100%) y con el largo almacenamiento de los alimentos, por todo ello la necesidad de consumir alimentos frescos.