La gran atracción del Maratón de Boston fue el retorno 50 años después de aquella primera vez en la un juez quiso echarla a empujones de la carrera de Katherine Switzer al maratón que la convirtió en leyenda del deporte femenino. Poca gente sabe que ella no fue la primera mujer en completar el maratón. Un año antes, en 1966, Bobbi Gibb, a la que habían rechazado su petición de dorsal por ser mujer (no se autorizaba que las mujeres corrieran distancias superiores a los 1500 metros), se coló en uno de los autobuses que iba a la salida y de forma completamente anónima y sin dorsal cubrió los 42 km. También corrió en 1967, terminando por delante de Switzer, y en 1968 (de hecho se la reconoce como ganadora de tres ediciones).
Katherine ocultó su indentidad femenina en la inscripción al apuntarse como K.V y recibió aquel dorsal 261 ya icónico en el mundo del deporte. La fama llegaría cuando el juez de carrera Jock Semple la empujó ya en la parte final de la prueba para echarla al descubrirla. Sólo la defensa de su amigo Leonard le permitió terminar la prueba aunque su tiempo no llegó a registrarse oficialmente (el límite para llegar a meta eran 4 horas y se excedió en 20 minutos).
Pese a la polémica las mujeres no podrían participar oficialmente hasta 1972. Ocho chicas estuvieron ese día en la línea de salida, una de ellas Katherine, que terminaría tercera. Dos años después Switzer triunfó en el Maratón de Nueva York (con 3h 07) y un año más tarde en Boston fue capaz de correr en 2h 51.
Ya con 70 años cumplidos Katherine volvió a ponerse en la línea de salida este año para recoger fondos para su fundación 261 Fearless dedicada al impulso de la mujer en el deporte . La historia ha cambiado mucho: ese día en Boston un 45’7 de las 30.000 personas que cruzaron la línea de meta fueron chicas. Tras terminar en 4:40 minutos con contó que “ha sido una gran celebración de lo que ha pasado en los últimos 50 años y los próximos 50 serán mucho mejores para la mujer en el mundo del running. Lo que ocurrió aquí hace 50 años cambio completamente mi vida y la de muchas otras mujeres. Correr es ahora una gran revolución social. Las mujeres ya no lo hacen sólo para perder peso; lo hacen para divertirse, para cumplir retos, por su propia estima. Es algo que nos transforma como personas. Estamos en la buena dirección pero todavía nos queda mucho camino por correr”.
El 8 de octubre se celebará en Madrid la 1ª edición de la prueba 261 Women 10Km Madrid. Tienes más información e inscripciones en https://261wm.com/