Este aparato que acaba de empezar a ser distribuido en España procede de Dinamarca, diseñado por Ulrich Ghisler, un polifacético deportista que compitió en los años 80 y 90 con su selección nacional en campeonatos de Europa y del Mundo tanto en esquí de fondo como en triatlón en verano. Alguien de mente inquieta -a la vez que competía internacionalmente hizo la carrera de medicina- que ha seguido compitiendo en varios deportes con el paso de los años en categorías de veteranos y que buscaba un aparato para exprimir el cuerpo en casa con poco tiempo disponible. Quería algo más que los aparatos específicos para los esquiadores de fondo (la Ercolina y la Skierg) y así acabó dando con el formato definitivo de la Thorax Trainer.
Como suele pasar con tantos aparatos, se empieza con diseños caseros y a base de probar, romper, mejorar materiales y buscar inversores llegó a la producción en serie y la distribución primero en Dinamarca y luego en el resto de Europa. Eso le permitió aparcar su trabajo de médico y dedicarse no sólo a promocionar el aparato sino también a formar monitores que ayuden a iniciarse en el entrenamiento individual y a impartir clases colectivas.
Ante todo hay que insistir en que no es un aparato para el entrenamiento en estático de los esquiadores de fondo; si fuese sólo para ellos como lo son los dos aparatos mencionados antes, su mercado sería muy limitado, más aún es países como España donde este tipo de esquí tiene pocos practicantes al no haber mucho circuitos específicos para ello. Por eso la Thorax Trainer, además de los dos movimientos típicos del esquí de fondo -impulso simultáneo y alterno con los bastones de frente- permite tirar, empujar y mover lateralmente los bastones, ya sea con impulsos cortos o largos. Es decir que se acaban trabajando todos los músculos del tren superior.
Pero también permite fortalecer el core y las piernas. En lugar de complicar el funcionamiento con un mecanismo de impulso de piernas, el fortalecimiento de ellas y del core se logra combinando los movimientos de brazos con ejercicios a la pata coja, de flexiones o de saltos. Ya simplemente en isométrico a la pata coja se nota el trabajo que se hace en pierna y core, algo que se incrementa si se van haciendo flexiones o cambios de pierna. Son ejercicios difíciles de realizar en las primeras sesiones, ya que requieren equilibrio y técnica. Por eso con el paso de las sesiones no solo notaremos el aumento de la fuerza sino también de esos equilibrio y técnica. Lograr hacer eso ejercicios también supone un reto.
A diferencia de las máquinas de musculación de gimnasio, a la vez se va haciendo ejercicio aeróbico, similar al de las bicis estáticas, elípticas o tapices rodantes. Y, como en estos aparatos, el límite lo pone cada uno, ya que lo aeróbico se puede acabar convirtiendo en anaeróbico: se puede poner el corazón al máximo como en cualquier sprint corriendo o en bici. Es decir que el trabajo no puede ser más completo. Ofrece 10 niveles de resistencia que se varían de forma manual -o mejor dicho con el pie sin necesidad de agacharse- mediante unos imanes que van a los lados del volante metálico de inercia. La palanca los va acercando, lo que incrementa esa resistencia, pero sin la molesta sensación de los mecanismos que aumentan la resistencia con un freno de zapata como en algunas bicis estáticas. Es decir que la dureza aumenta no a costa de notar que se va frenado sino de que el volante pesa más.
Es por tanto un aparato con un amplísimo abanico de posibles usuarios. Porque para cualquier deporte (natación, triatlón, ciclismo, atletismo, cualquiera de los de balón, de raqueta, golf) y a cualquier nivel, es beneficioso hacer un entrenamiento que mejore la condición muscular a la vez que se ejercita la capacidad aeróbica. Pero no sólo con uso individual en casa o en un gimnasio, sino que se hacen clases colectivas alternando ejercicios, ritmos y resistencia , en las que el trabajo muscular es mucho más amplio que con la bici estática, la elíptica o el tapiz rodante.
Se utilizan unos bastones de esquí de fondo, en fibra de carbono con una empuñadura que fija firmemente la mano gracias a un sistema de velcros, aunque en algunos de los ejercicios no hace falta fijárselo con ese sistema. La punta es específica, con una pieza plástica que se inserta en una especie de cubeta metálica que es la que se desliza por los railes metálicos. En cada cubeta va una cuerda que es la que mueve el volante de inercia. Existen muchas medidas de bastones, desde 130 hasta 170cm de 5 en 5, para adaptarse a todas las alturas. La medida recomendada es de unos 35cm menos que la altura del usuario, que viene a ser más o menos la altura de la axila. También se puede comprar la pieza plástica inferior y así aprovechar bastones propios sustituyendo la punta original por esa pieza. Existen dos versiones, con las mismas prestaciones en las que varía el material de los railes. La Pro, más indicada para uso continuo en gimnasios y clubes; y la Home para uso más individual. De todas maneras todas las piezas sometidas a desgaste se venden por separado para irlas sustituyendo como en cualquier otro aparato destinado a deportistas.
El esfuerzo se mide con un computador en el que aparecen los datos típicos: tiempo, metros, vatios, frecuencia de remadas, calorías, pulso (vale cualquier cinta de pecho Ant ). Permite programar sesiones con intervalos por tiempo o distancia, con tiempo de recuperación o ir comparando el ritmo con uno que fijemos. Este minicomputador viene de serie y va fijado encima del volante para que se vaya viendo durante el ejercicio, excepto en los que se hacen mirando para detrás. Aparte se ofrecen otras opciones de registro y compatibilidad. Así, las sesiones se pueden exportar a un programa informático que los archiva y analiza para que vayamos comparando nuestra progresión y estado de forma. Pero además también existe la posibilidad -como sucede con las bicis estáticas-conectando el sistema a internet y a una pantalla grande de competir contra otros usuarios online, contra otras sesiones que haya realizado uno mismo y hasta ir visualizando circuitos de esquí con sus repechos y curvas.
La distribución para España es a través de dos empresas: tamalpais.es y lunasolutions.es. El envío va incluido en el precio y el montaje es muy sencillo, con llaves Allen que vienen en la caja. No pesa mucho y se puede mover de sitio gracias a unas ruedecillas en el chasis. Hay que tener eso sí casi 3 metes de suelo disponibles para usarlo, pero no ocupa espacio hacia arriba como otros aparatos.
El esfuerzo se mide con un computador en el que aparecen los datos típicos: tiempo, metros, vatios, frecuencia de remadas, calorías, pulsaciones (vale cualquier cinta de pecho ANT ). Permite programar sesiones con intervalos por tiempo o distancia, con tiempo de recuperación o ir comparando el ritmo con uno que fijemos. Las sesiones se pueden exportar a un programa informático que los archiva y analiza.
Versión Home: 1.995 € / versión Pro: 3.735 €
Distribuye www.tamalpais.es / www.lunasolutions.es