Edad: 41 años |
Altura: 1,64 cm |
Peso anterior: 100 kilos |
Peso actual: 67 kilos (reto para el verano perder 2 kilos) |
Kilos perdidos: 33 kilos (perdí 37,5 en total en 2 años, pero ha recuperado 5 por lesión) |
Trabajo: Agente de la propiedad |
Tallas: de la 50 a la 40 |
"Con un bebé en casa y casi 100 kilos, tenía una vida sedentaria totalmente. Me había abandonado desde hacía aproximadamente unos ocho años. Seguía la técnica del avestruz, no me miraba al espejo. Un día me pidieron en la guardería de mi hija una foto de la familia para hacer un mural, y empecé a sentir vergüenza porque en todas estaba gorda. Saltó una alarma en mi interior, no podía continuar así, por mi hija, por mi marido, por los que me quieren y sobre todo por mi misma. Ese verano del 2008, abrí el armario y saqué del fondo unas viejas zapatillas de running que no utilizaba hacia años y con un chándal de mi marido y mis 100 kilos les solté: -Me voy a correr-. La cara de mi marido era un poema, no me dijo nada pero más tarde me confesó que pensó que volvería a los cinco minutos y metería las viejas zapatillas en el mismo rincón… Pero no, el primer día corrí 30 segundos (me quería morir) y andé 2 minutos, después corrí 10 segundos y andé 10 minutos. Al ir pasando los días el tiempo que corría era más largo frente al tiempo que andaba".
→ Mi dieta: Es un plan sencillo y funciona. La dieta que seguí e intento seguir, diría que más que dieta, es comer bien. Perdí 37 kilos (me quede en 62,5 kilos) con la ayuda de un endocrino que me pidió un buen chequeo con prueba de esfuerzo, analítica y demás. Una ayuda fundamental, con la salud no se juega. En mi caso tuve suerte porque mi obesidad la provocaba mi mala alimentación, básicamente comida basura y una vida sedentaria. Ahora como mucha verdura, ensaladas, arroz y pasta integral, legumbres y carne, pescado a la plancha. Dejo de lado fritos, dulces (bollería), comida basura, precocinados y salsas. Me encanta el chocolate, intento no abusar, me lo tomo de premio post-carrera.
→ Mi entrenamiento: Al empezar a correr, me ponía pequeños retos, llegar hasta la esquina, ir aumentando los minutos de carrera frente a los de andar, etc. Empecé a sentirme mejor, más viva, con más ganas de correr según perdía peso. Ahora hago más cosas: MTB, running, natación, voy al gimnasio para spinning, bodypump, etc. Llevo ya bastantes carreras de 10 km en menos de 60 minutos a mis espaldas, y algunas carreras de BTT. Ya he hecho 2 años la Media Maratón de Mineros, hice mi primera triatlón sprint el verano pasado y acabé dentro del tiempo.
→ Mis retos deportivos: Este año el reto es repetir la triatlón sprint en Barcelona y luego en Andorra y hacerlo en menos tiempo que el año anterior. Y después del verano, darlo todo en la triatlón Garmin de Barcelona, distancia olímpica, por relevos, compitiendo en el tramo de bici.
→ Motivación: Ahora puedo decir a todas aquellas personas que estén en un momento complicado de sus vidas, que se animen a coger del rincón perdido de su armario aquellas zapatillas que yo cogí en su día. No para hacer un record olímpico ni para que te den una medalla. Para mi la mejor medalla del mundo fue en una de mis primeras carreras, 1 hora 12 minutos sin parar de correr durante 10 km. Mi hija tenía 3 años y me esperaba en la recta final junto a mi marido, me dio la mano y entró conmigo corriendo en la meta. La gente aplaudía y al ver que nos daban una lata de bebida isotónica me miró y dijo: ¡Mamá, hemos ganado la carrera! Para ella ese día yo gané y para mí, también.