Trucos para entender tus discos de freno

Te contamos lo que necesitas saber sobre tus discos de freno.

Juanma Montero

Trucos para entender tus discos de freno
Trucos para entender tus discos de freno

Antes privilegio de las bicicletas de gama más alta, ahora son la norma en cualquier bicicleta de montaña de precio medio. Los frenos de disco son más potentes que los tradicionales de tipo V, no dan problemas cuando hay barro y sus pastillas duran mucho más tiempo que las zapatas de freno, pero el hecho de no ver lo que pasa por ahí dentro te puede hacer tenerles más respeto. Con algunos consejos y precauciones vas a entenderte a la perfección con ellos.

- No toques los discos. Las manos tienen aceites naturales con la que se impregnan los discos, y las frenadas serán mucho peores.

- Cuidado al engrasar la cadena, es demasiado fácil que le llegue lubricante al disco trasero, sobre todo si lo usas en spray. Puedes poner un trapo cubriendo el disco para evitar contaminarlo.

- En caso de que los discos se engrasen necesitarás usar un líquido especial para limpieza de discos, que podrás encontrar en tiendas de repuestos de coches y motos. 

- Cuando saques las ruedas no presiones las manetas de freno, las pastillas se cierran y luego no vas a poder volver a poner la rueda en su sitio. Si vas a llevar la bici en el coche, ponle unos espaciadores de plástico en el hueco que dejan los discos, pídelos en tu tienda de bicis.

- Si se te cierren, usa un destornillador plano para apalancar entre ellas, con cuidado para no marcarlas, y ve separando las pastillas.

Si no llevas herramientas puedes probar con una tarjeta de plástico como las de crédito.

- Para personalizar los frenos puedes recurrir al ajuste de alcance, un dial que regula la posición en la que se queda la palanca cuando está abierta del todo. Si tienes las manos pequeñas necesitas acercar las manetas al manillar para poder alcanzarlas sin fatigarte.

En algunos casos también hay frenos que tienen ajuste del punto de contacto de las pastillas con los discos, con lo que podrías ajustar el movimiento libre que tienen las manetas hasta que empiezan a frenar.

 

Si el disco roza con las pastillas comprueba que está perfectamente centrado respecto de la pinza de freno. Si no es así, suelta los tornillos que fijan la pinza al cuadro o a la horquilla, céntrala manualmente, presiona el freno y vuelve a apretar los tornillos nuevamente.

En caso de que el roce sea solo en un punto del disco puedes recurrir a un enderezamiento de emergencia. Coloca la bici de forma que veas donde roza y cuando descubras el punto, empuja el disco hacia el lado contrario con suavidad pero firmemente. Ponte la manga del maillot sobre la mano para no tocar con la piel o usa guantes. Al ser de acero tiende a recolocarse y con práctica podrás centrarlo de nuevo.