El “Two weeks test” se quedó en “one week test”

Inicié mi dieta de cero hidratos de carbono pero a la semana, como Adán con la manzana, caí delante de un chusco de pan sin remedio. Mientras me lo comía y lo disfrutaba me iba rebelando frente al concepto de la no ingesta de hidratos, justificándome a cada bocado. “si cumplo todo a rajatabla, me ajusto en un 95% en la alimentación y completo el 100% de los entrenos, ¿por qué no puedo comer pan? No me creo que por comer un poco de pan no vaya a llegar a la meta..." Así me iba convenciendo mientras decidía que no iba a renunciar al pan. Y durante los últimos días me he tomado mis bocatas, tostadas, etc... como cualquier hijo de vecino. Creo que he sufrido un “Bread attack" y así se lo he contado a Phil. Por supuesto, todo lo que había perdido de peso en la primera semana, lo recuperé con propina.

Lourdes Torres

El “Two weeks test” se quedó en “one week test”
El “Two weeks test” se quedó en “one week test”

Inicié mi dieta de cero hidratos de carbono pero a la semana, como Adán con la manzana, caí delante de un chusco de pan sin remedio. Mientras me lo comía y lo disfrutaba me iba rebelando frente al concepto de la no ingesta de hidratos, justificándome a cada bocado. “si cumplo todo a rajatabla, me ajusto en un 95% en la alimentación y completo el 100% de los entrenos, ¿por qué no puedo comer pan? No me creo que por comer un poco de pan no vaya a llegar a la meta..." Así me iba convenciendo mientras decidía que no iba a renunciar al pan. Y durante los últimos días me he tomado mis bocatas, tostadas, etc... como cualquier hijo de vecino. Creo que he sufrido un “Bread attack" y así se lo he contado a Phil. Por supuesto, todo lo que había perdido de peso en la primera semana, lo recuperé con propina.

Ahora bien,  he seguido con los entrenos, pero sin mirar la báscula. La báscula se ha ido al armario hasta nuevo aviso. Sólo quiero concentrarme en el día a día de los entrenos y en comer todo lo que debo, procurando iniciar un proceso de desactivación de la obsesión por el pan. Pero me cuesta, el crujiente me puede y no quiero renunciar a ello. Creo que es mejor comer pan a estresarme por no comerlo.

Noto la falta de un entorno de preparación. Los horarios y el sistema de preparación no cuadran con otros compañeros. Entreno mucho sola. Tampoco tengo con quien poder comentar los entrenos y contrastar con otros que sigan el mismo método. (Bueno, eso no es del todo cierto ya que estáis vosotros a quien os puedo contar cada semana como va el proceso y a Rosa, amiga y compañera de mi club de triatlón, el Club Gavá Triatlón, el mejor club del mundo en calidad humana). Me siento como un bicho raro que vive de manera diferente a los demás y a veces me pregunto si de verdad esta forma de preparación dará el resultado esperado en Zurich, que no es otro que acabar el Ironman en condiciones, sin lesionarme, sin encontrarme como un pato mareado en la prueba por una mala preparación nutricional y poder llegar un poquito antes que en el último Ironman.

El “Twoweeks test" se quedó en “one week test"

Me sorprende mucho que entreno y  no me canso, no me canso nunca, a diferencia de antes, después de los entrenos caía en redondo. Sufría cada entreno, sudaba cada minuto y eso te da la sensación de que te lo estás currandoy genera estrés, es el TENGO QUE, TENGO QUE hacer tantos km, TENGO QUE echar el hígado por la boca para sentir que sí, que correré más rápido, TENGO QUE quedarme sin aliento para saber que nadaré como un delfín. A diferencia de ahora que en ningún momento siento esa presión del esfuerzo último, de sudarlo, de currarlo. Estoy preparando un Ironman sin el estrés añadido que genera la preparación a una prueba de estas características. Para mí cada entreno es gratificante y lo disfruto física y emocionalmente, no lo “sudo" ni lo “sufro"y estoy en la confianza de que esa liberación de no generar estrés el día de la prueba dará su resultado. No me preguntéis porqué, pero entiendo que será así.

No me canso nunca, no acabo agotada de ningún entreno nunca. Esto es lo que más me sorprende. Puedo hacer tres horas de bici y correr una hora y al acabar no siento el agotamiento habitual de un entreno largo. El secreto debe estar en que no me paso de mis pulsaciones y respeto el calentamiento de 20 minutos y el enfriamiento de 15 minutos. Solo con ajustarte a esta disciplina de contención en el esfuerzo te aseguras una gran capacidad de resistencia. Esta ha sido para mí la primera gran lección de este método.

Phil me subrayó esto en el último skype y pidió que no me estresara. Todo este trastorno de kilos arriba y kilos abajo lo achaca al episodio prolongado de estrés que tuve en enero y febrero más la toma de pastillas antibaby que rápidamente dejé de tomar.

Por eso, para no estresarme, como pan :) , aunque lo voy dejando muy poco a poco.

¿Vosotros vivís con estrés la preparación a un reto grande?