Tenemos distintos tipos de botellines para transportar el agua con vistas a hidratarnos cuando hacemos deporte o en el día a día, y seguro que te preguntas cuál es la más recomendable para la salud y el medio ambiente.
Sin duda es mejor utilizar una botella reutilizable que nos permita llenarla de agua varias veces de agua que comprar las típicas de plástico de agua mineral, que son desechables y altamente contaminantes; como datos curiosos deciros que según los datos que maneja la ONU, para mediados de siglo los océanos tendrán más plásticos que peces, y el 99% de las aves habrán ingerido algún plástico proveniente de los residuos de las botellas, y además los residuos que dejan estas, tardarán unos 500 años en desintegrarse.
Así que a nivel de medio ambiente, no cabe duda que es mejor reutilizar una misma botella, aunque estas puedan ser reciclables, y en este sentido conviene saber cuales son las más beneficiosas para la salud, ya que se sabe que el BPA (bisfenol A) que se ha utilizado para fabricar las botellas de plástico desde 1957, afecta negativamente a nuestra salud como así lo demuestras diversos estudios que han visto que altera el nivel hormonal de las personas, así que las botellas que utilicemos de continuo para rellenar deben poner “BPA Free”, que son las que además, no dejan sabor a plástico al agua.
También cabría la posibilidad de utilizar botellas de metal, vidrio o aluminio, pero tienen un peor impacto ambiental, y sobre todo que no son tan ligeras ni flexibles, y su uso no es el más recomendado para ir a hacer deporte, transportar en la bicicleta o para llevar en el bolso o en la mochila. Solo estaría justificado estos materiales en caso de transportar líquidos calientes como por ejemplo infusiones.
Por tanto, para un uso habitual, hazte con algún tipo de botella de una cantidad que ronde entre los 400 y los 800 ml, que sea de plástico libre de bisfenol y con paredes rectas sin demasiadas curvas para evitar la fijación de bacterias que con el tiempo se irán acumulando; y en cualquier caso conviene lavarla con algún cepillo suave (de los que se utilizan para los biberones de bebé) que llegue a todos los rincones para eliminar las bacterias periódicamente, con lo que evitaremos que el agua tenga un sabor raro y pueda afectar a nuestra salud.
Tampoco pasaría nada si alguna vez reutilizas un típico botellín de agua mineral, ya que a veces nos han metido el miedo de que no se puede hacer eso, y responde a un claro sentido comercial de las embotelladoras. No habrá que tener miedo a rellenar un botellín de agua mineral, y la única precaución sería no reutilizarla demasiadas veces ni añadir líquidos calientes.
Ya no tienes excusa para llevar un botellín a todas partes para poder beber agua siempre que lo precises, y no te obsesiones con el agua mineral, ya que puedes rellenar sin problemas del agua del grifo, que aunque a veces no sabe bien, no es perjudicial para nuestra salud, y en toda España está convenientemente tratada, siendo otro de los grandes engaños de las envasadoras de agua, hacernos creer que hay que tomar agua mineral embotellada a todas horas, y en cambio haremos mucho daño al medio ambiente con el transporte del agua de un lugar a otro y la acumulación innecesaria de plástico contaminante.