10 razones para tener un entrenador

No hace mucho unos de mis pupilos, Eduardo Mateos, que es un maratoniano y triatleta malagueño, se atrevía a dar 10 razones por las que tener un entrenador, y la verdad que me hizo mucha ilusión poder leerlas ya que estoy convencido de que hay quienes menosprecian la labor que hacemos los entrenadores y nos consideran algo secundario, cuando realmente somos un pilar básico dentro del entrenamiento de cualquier deportista de fondo. Actualmente en España hay excelentes profesionales preparados para hacerte tu vida deportiva más fácil y sin que tenga un coste excesivo, seguramente menos de lo que te cuesta la factura del móvil.

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10 razones para tener un entrenador
10 razones para tener un entrenador

No hace mucho unos de mis pupilos, Eduardo Mateos, que es un maratoniano y triatleta malagueño, se atrevía a dar 10 razones por las que tener un entrenador, y la verdad que me hizo mucha ilusión poder leerlas ya que estoy convencido de que hay quienes menosprecian la labor que hacemos los entrenadores y nos consideran algo secundario, cuando realmente somos un pilar básico dentro del entrenamiento de cualquier deportista de fondo. Actualmente en España hay excelentes profesionales preparados para hacerte tu vida deportiva más fácil y sin que tenga un coste excesivo, seguramente menos de lo que te cuesta la factura del móvil.

A continuación os hago una copia algo resumida del artículo original de mi pupilo Eduardo en las que daba 10 razones por las que debes trabajar con un entrenador de running y triatlón:

Todo el mundo puede correr, trotar o andar rápido; todo dentro de sus posibilidades. Para correr de forma lúdica un par de veces a la semana no necesitas un entrenador de running. Los propios entrenadores te lo confirmarán. Y tampoco para preparar tu primera carrera de 5 kilómetros con el objetivo de finalizarla en 30 minutos. Es como contratar un arquitecto para montar una tienda de campaña, vas a matar moscas a cañonazos.

Pero en el momento en el que tus objetivos sean otros y, mucho me temo, lo serán; entonces la historia es bien diferente. Entonces la figura del entrenador cobra mucha más relevancia. ¿Que es posible bajar de 40 minutos en 10k o de las 3h en una maratón, sin contar con ayuda profesional? Por supuesto que si, no seré yo el que diga lo contrario. También puedes cambiar la instalación eléctrica de tu casa sin ayuda de un electricista, pero puede ser que te lleves algún calambrazo en el camino…

Tras pasar el proceso inicial de auto entrenamiento que todos hemos seguido, es habitual llegar a un periodo de estancamiento, en el que no hay una mejora importante en tus resultados a pesar de que te machacas saliendo a correr. Junto al hecho de estancarte en tus resultados, también comienzas a tener continuas molestias y a lesionarte. Aquí comienza un círculo vicioso del que será muy difícil salir a menos que pongas un cierto orden en tus entrenamientos. No te preocupes ni te frustres, no eres el primero al que le ocurre y por supuesto, tampoco serás el último. Aquí es donde entra en juego la figura del entrenador y te doy las 10 razones para justificártelo:

1. Ha estudiado para serlo

Por mucho que leas en Internet, que te asesores en foros, que compres libros de entrenamiento… nunca llegarás a tener los mismos conocimientos que alguien que ha estudiado la carrera de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Ha pasado años preparándose para ejercer su profesión y, además de todo ese aprendizaje, siempre hay una posterior especialización en atletismo, triatlón, natación o cualquier otro deporte.

¿Dejarías en manos de un electricista la instalación de fontanería de tu casa? Pues con el deporte ocurre lo mismo. Lo que está en juego es tu salud, así que si no juegas con las humedades en casa, no deberías hacerlo con tu cuerpo.

2. Compromiso para hacer el plan de entrenamiento

Muchos necesitan un extra de motivación para esos días en los que estás con menos ganas, levantarte del sofá y salir a hacer tu entrenamiento. Para algunos, el hecho de saber que alguien va a revisar si has realizado el entrenamiento marcado o si has tomado atajos reduciendo en distancia o intensidad será suficiente motivo para que tener un entrenador tenga sentido. El entrenador se convierte en un juez ante el que deberás comparecer semanalmente. Podrás saltarte un entrenamiento (y el será el primero que te recomendará que lo primero sea tu vida privada), pero hacerlo con dos entrenamientos seguidos te dará cargo de conciencia. Sabiendo que hay alguien fiscalizando lo que haces hará que te apliques un poco más esos días en los que lo que te apetece es sentarte con una cerveza delante de la tele.

3. También son personas

Tu entrenador no va a ser un tirano, ni te tratará a latigazos para conseguir extraer el 100% de ti. Porque ante todo sabes que no vives de tus resultados deportivos. También es persona, también tiene familia y también tiene otras responsabilidades (ellos también entrenan, tienen sus objetivos y deben parcelar sus horarios de la misma manera). Tu entrenador de running o de triatlón va a tener muy claro que el deporte solo es (y solo debería ser) una afición. Será capaz de prepararte los  entrenamientos sin hacer que toda tu vida gire alrededor de tu actividad deportiva.

4. Te ayudará en la elección de material

Si eres un mar de dudas y no sabes cuáles son las mejores zapatillas o qué tipo de bicicleta debes elegir, tu entrenador te puede ayudar con todo ese tipo de material y mucho más.

5. Una planificación correcta

Planificar una temporada con uno, dos o tres picos de forma no es nada fácil. A lo largo de una temporada hay competiciones que te hacen más ilusión que otras, por su dureza o por lo que significan.

Hay muchísimas variables alrededor de preparar una competición concreta. Tiempo disponible para entrenar, situación personal, objetivo particular, experiencia previa, etc. No puedes tomar un plan genérico para hacer un Ironman en menos de 11 horas y seguirlo punto por punto porque lo que a otro le ha ido bien, contigo puede ser un completo desastre.

Y bastante tienes con tu vida diaria, tu trabajo, tus quehaceres en casa; como para encima tener que ocuparte de algo tan confuso como saber cuánto tiempo debes estar haciendo el periodo de preparación inicial o cuándo debes comenzar el periodo de intensidad. Lo único que tendrás que hacer es ver lo que hay en el calendario y esforzarte por cumplirlo.

6. Vas a entrenar menos

Si hay una característica común a todos los corredores o triatletas aficionados es que tendemos a entrenar demasiado tiempo, demasiado intenso y con demasiada frecuencia. No se trata de meter más horas que nadie, sino que esas horas sean efectivas. Lo primero que vas a pensar es que con ese tiempo de entrenamiento no llegarás al objetivo planeado, porque antes entrenabas mucho más y estabas más lejos. Ahí está la magia.

El entrenamiento de resistencia es adictivo y si no tienes control llegarás al sobre entrenamiento. Y no hay nada que frene más tu rendimiento que no poder entrenar porque estás lesionado. Un entrenador sabrá frenarte antes de llegar a esa lesión.

Contar con un entrenador te permitirá seguir un plan de entrenamiento en el que entrenarás de forma ordenada y sabrás cuándo debes descansar (porque el descanso es igual de importante que el entrenamiento).

7. Sabrá hacerte sufrir de mil y una maneras diferentes

Nuestra imaginación es bastante limitada, al igual que nuestros entrenamientos. El sota-caballo-rey es día de salida a ritmo de carrera, día de series y día de tirada larga. Combínalo como quieras, pero lo cierto es que siempre terminamos haciendo lo mismo. Al cabo de 1 año realizando este entrenamiento acabarás más aburrido que si estuvieses viendo una retransmisión de una partida de ajedrez. A un entrenador se le ocurren mil y una posibilidades con las que hacerte sufrir. Sprints cortos, series alternas, combinación de carrera y ejercicios, correr de espalda… Nada de salir a hacer 15 kilómetros a ritmo, o de hacer 2.500m en la piscina largo a largo. Todas las semanas te sorprenderás con multitud de formas diferentes de poder entrenar.

8. Motivación

Tu mujer, tus amigos, tu familia e incluso tu perro, están hartos de escuchar tus hazañas deportivas, tus mejores marcas o esa maratón que estás preparando. Les tienes la cabeza como un bombo repitiendo siempre lo mismo, así que déjales descansar un poquito. Con tu entrenador podrás hablar de todo: de las ganas que tienes de bajar de 1:30 en esa media maratón que se te atraganta año tras año, ser más rápido que tu cuñado en la próxima SanSilvestre o de terminar un Ironman.

9. No olvidarás las pequeñas cosas

Entrenar para competir en atletismo o triatlón no es solo salir a correr. Hay muchas pequeñas cosas que siempre olvidamos pero que un entrenador siempre te recordará. Ejercicios, técnica de carrera, fortalecimiento de core, cuándo y cómo estirar…

10. Preparas TUS objetivos, partiendo de TI

Por último y no menos importante, entrenarás enfocado a un objetivo que tú hayas marcado. Y lo harás partiendo de un estado de forma determinado. Un buen entrenador aprenderá de tus lesiones pasadas, aprenderá de qué es lo que funciona en tu cuerpo y qué es lo que te permitirá seguir entrenando y compitiendo sin lesiones.

No entrenarás en base a un plan de entrenamiento genérico; porque un entrenamiento no es algo que sirva a todo el mundo. Cada uno de nosotros tenemos unas debilidades que mejorar y unas fortalezas que potenciar. Así el plan de entrenamiento marcado estará destinado a convertir tus debilidades en fortalezas, haciéndote un mejor corredor o triatleta.

Si te ha quedado claro que debes tener un entrenador que guíe tus pasos, te surgirá la duda de ¿Cómo elegir un buen entrenador personal?

Para empezar, exige que tu entrenador sea licenciado o graduado en Ciencias de la Actividad y el Deporte. Es innegociable, recuerda que estás poniendo tu salud en sus manos. A partir de ahí, dependiendo de qué modalidad quieras practicar (natación, ciclismo, atletismo, triatlón…), deberías buscar un entrenador con experiencia en ese deporte, porque estaréis hablando en la misma sintonía y todas las recomendaciones que te haga serán basadas en su propia experiencia. Y en este punto, comienza tus entrevistas “de trabajo". Plantea tus dudas, pregunta sus métodos, aclara qué servicios percibirás a cambio de tu pago mensual y valora sus contestaciones. Tiene que haber química entre los dos, debéis estar en la misma onda y compartir los mismos valores.

Un buen entrenador escuchará tus objetivos y valorará tu rendimiento pasado y lo primero que te dirá es si serás capaz de cumplir ese objetivo marcado. Si llegas a un entrenador y le cuentas que quieres bajar de 3 horas en una maratón dentro de 6 meses y que tu mejor marca es 4:15 a finales del año pasado, lo primero que debe decirte es que es una locura y que debes cambiar tus objetivos.


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Este texto como os he dicho ha sido escrito por Eduardo Mateos, que es un empresario malagueño dedicado a la telefonía móvil, y que además de entrenar conmigo haciendo todo tipo de carreras y triatlones, tiene un blog de referencia en España en el que publica periódicamente excepcionales análisis de todos los nuevos pulsómetros, GPS, potenciómetros,… además de cualquier aparato electrónico y gadgets utilizados por los deportistas de fondo. Todas las marcas punteras como Polar, Garmin, Tomtom, Fitbit, Suunto…  confían en sus inmejorables análisis, y si estás pensando en comprarte un nuevo artilugio electrónico para entrenar, te recomiendo que visites su página web que tiene una lectura muy fácil y te servirá de gran ayuda para acertar en tu próxima compra: www.correrunamaraton.com

 



Por Miguel Ángel Rabanal SanRomán

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